A la memoria de Felipe Ramos Retuerta (mi padre).
Con esta entrada os presento el primer capítulo dedicado al Madrid de otro tiempo, de recuerdos, de sabor a pasado, de imágenes entrañables y mágicas que he titulado "Madrid, pasión por tus recuerdos"
Se trata de una serie de 17 capítulos en los que voy a mostrar 6 imágenes de postales de Madrid y sus comentarios por cada uno de dichos capítulos.
Pido disculpas de forma adelantada por la calidad de dichas imágenes; se trata de una colección original privada, heredada de mi padre -a quien dedico esta serie- de un coleccionable por entregas de un diario madrileño, escaneada sin ningún tratamiento de imagen para así conservar su aspecto tanto original como actual.
Capítulo I
1.- Puerta del Sol
Cuando el pan era pan, y el vino, vino, y las puertas, puertas, en esta plaza estaba una que daba a Oriente, por donde los primeros rayos del sol se colaban en el Madrid amurallado en adobe que se encontró Felipe II. Dicen que los Comuneros habían tenido allí un fuerte con un sol pintado, y que por eso la llamaron "Puerta del Sol".
Hasta diez calles confluyen en el viejo mentidero.
Los tranvías de la postal son ya eléctricos, novedad que sobrevino en 1879. En la Puerta del Sol siempre hay novedades, como las idas y venidas de la Mariblanca, las diferentes ubicaciones de Oso y el Madroño, peatonal sí, peatonal no, las farolas polémicas.
Es el auténtico punto neurálgico de la capital de España.
Su construcción se llevó a cabo en varias etapas; comenzó con la construcción de la Casa de Correos a mediados del siglo XVIII y un siglo más tarde, entre 1857 y 1862, tomó su forma definitiva gracias a los arquitectos Lucio del Valle, Juan Rivera y José Morer.
Todos los 31 de diciembre se celebra allí la tradicional toma de las 12 uvas de la suerte de fin de año que se transmite por las televisiones españolas.
2.- Puerta de Alcalá
El cortesano arquitecto Sabatini, con el fin y objeto de dar gusto a Su Majestad Carlos III, hizo diferentes las dos caras de la Puerta de Alcalá. En cambio, el bárbaro del general francés Bigarré hizo disparar sus piezas de artillería contra el bello granito de Colmenar de Oreja, causando un verdadero estropicio.
Al caballero de Seingalt, Giaccomo Casanova, le quitaron aquí los aduaneros su caja de rapé y un par de libros, detalle que contribuyó a formar en él un pésimo concepto de los españoles.
La antigua puerta quedaba en la esquina de la calle de Alfonso XII y era menos vistosa y elegante.
De estilo neoclásico, similar a los Arcos de Triunfos romanos, ha sido restaurada en cinco ocasiones y es uno de los monumentos más representativos de Madrid.
3.- La Cibeles
La Cibeles no se sabe si es una fuente o una plaza, o un conjunto de las dos cosas; bueno, es la diosa de Madrid.
Lleva delante el más alto título de nobleza que la Villa otorga: ese breve y rutilante "la" que hace de "La Lola" una Lola realmente madrileña y popular -basado en la inculturilla de la época-.
La Cibeles iba al principio, camino de Colón, y andaba por el inicio de la acera de Recoletos. Carlos III quiso hacerle dar la vuelta y circular hacia La Granja, pero entre el Conde de Aranda y Ventura Rodríguez -su arquitecto- la pusieron mirando a la Puerta del Sol, y la plantaron en medio del platillo.
Ahí se pasa la vida, a partir de entonces, entre los fantasmas del Palacio de Linares, el trajín del Ayuntamiento de Madrid, la vegetación del antiguo Palacio de Buenavista y el Banco de España.
Lugar de celebración de los títulos y éxitos de uno de los equipos de fútbol de la capital de España; el Real Madrid.
Hipomenes y Atalanta tiran del majestuoso carro de la Diosa de la Madre Tierra -La Cibeles-
4.- El Puente de Segovia
Se construyó entre 1581 y 1584, así que es el puente decano de Madrid.
Fue su arquitecto, Don Juan de Herrera, el mismo que hizo San Lorenzo del Escorial. Lo que quizá no sabía Herrera era la cantidad de bromas que después iban a gastar los madrileños algún que otro foráneo, sobre la desmesurada grandeza de los nueve arcos de granito plantados encima del humilde río Manzanares.
En esta postal se ven lavanderas metidas cada una en su artesa.
En noviembre de 1936, durante la Guerra Civil española, fue volado por el bando republicano para evitar la entrada en Madrid de las tropas nacionalistas, al mando del general Yagüe. Tras la contienda, fue reconstruido introduciendo algunas variaciones con respecto al diseño original. Se procedió a su ensanche.
(Aunque sobre la imagen, en el original, está impreso, todo apunta a que se trata del Puente de Toledo en vez del de Segovia, por ese motivo se mantiene la imagen; doy las gracias a la página Madrid antiguo -de facebook- por el comentario).
(Aunque sobre la imagen, en el original, está impreso, todo apunta a que se trata del Puente de Toledo en vez del de Segovia, por ese motivo se mantiene la imagen; doy las gracias a la página Madrid antiguo -de facebook- por el comentario).
5.- El Puente de Reina Victoria
Frente a la Ermita de San Antonio de la Florida, por donde se encendían la hogueras de San Juan, estuvo antaño el Puente Verde, que sólo servía para que lo cruzaran los peatones. A principios del siglo XX se terminó este otro de hormigón con barandas de hierro colado.
Se trata de una construcción modernista que enlaza la calle de Aniceto Marinas, en la margen izquierda del río, con la Ribera del Manzanares, en la derecha. En su entorno se sitúa, además de la hermita, el popular Barrio de la Bombilla.
Se trata de uno de los primeros puentes de hormigón construidos en España.
6.- El Puente de Toledo
Se podría decir que la construcción del Puente de Toledo es todo un símbolo de como se hacían (a veces se hacen) las cosas aquí; se acordó hacerlo en 1682, en 1720 -aún en obras- lo destruyó una crecida del río y no se terminó hasta 1732.
Se compone de una parte central formada por nueve arcos de medio punto con sólidos contrafuertes y tambores que se rematan en balconcillos.
En la zona central se encuentran dos hornacinas o templetes adornados con elementos churriguerescos y que contienen las estatuas en piedra caliza de los patrones de Madrid, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.
En la zona central se encuentran dos hornacinas o templetes adornados con elementos churriguerescos y que contienen las estatuas en piedra caliza de los patrones de Madrid, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.
En cada extremo se extienden sendas rampas que enlazan con cada una de las orillas. En el lateral correspondiente a la glorieta de Pirámides otras dos rampas, transversales al puente, daban antiguamente acceso a los lavaderos y huertas situados en la orilla del río. Llamativos son también los obeliscos que incluyó en el siglo XIX el arquitecto Francisco Javier de Mariategui en el extremo norte, así como las dos fuentes que diseñó Ribera en la parte del puente junto a la glorieta de las Pirámides.
Completo aquí la primera entrega de esta serie dedicada a la pasión por los recuerdos de Madrid.
Continuará ...
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Aspecto actual de:
Puente de Toledo. |
Acabo de darle un repaso completo a los siete capítulos que has publicado hasta hoy. Apasionante, y siempre se aprenden cosas leyendo y viendo (tenemos dos ojos y dos orejas, por una sola boca). Se demuestra que, de una u otra forma, la ciudad como espacio vital se va adaptando al estilo de vida de sus ciudadanos, aunque a veces se le adelanta.
ResponderEliminarDe agradecer la contención con que hablas del Real Madrid, al citar la Cibeles. Y sería de agradecer que desaparecieran las "Hermitas" en favor de las "Ermitas".
Impagable tu esfuerzo por convertir una "colección privada", seguro que escondida en algún cajón, en una historia viva a disposición de cualquiera que quiera conocerla, desde cualquier rincón del mundo.
Gracias, N.