lunes, 21 de abril de 2014

Madrid Mágico X: Parque de El Capricho. Ciclo: Madrid te amo, ahora y siempre.

Vivencias madrileñas de El Sombrero de Nosferatu (ESdN).


Plano del Parque y su situación.

Hoy vamos a recorrer el parque El Capricho o Jardín El Capricho, situado en la zona noreste de Madrid, junto al Parque Juan Carlos I.

Fue mandado construir por la duquesa de Osuna entre 1787 y 1839. Cuenta con una superficie de 14 hectáreas. Su escenario, lleno de romanticismo, sintetiza influencias italianas y francesas.

Constituye el único jardín del Romanticismo existente en Madrid.

María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel y Téllez-Girón, XII duquesa de Benavente (Madrid, 26 de noviembre de 1750 – ibídem, 5 de octubre de 1834), fue una una aristócrata española, duquesa de Osuna consorte y mecenas del pintor Goya así como de otros artistas, escritores y científicos. Era hija de Francisco Alfonso-Pimentel y Borja y de María Faustina Téllez-Girón y Pérez de Guzmán.

Tras décadas de relativo abandono, en 1974 fue comprado por el Ayuntamiento de Madrid, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural. Un año más tarde comenzó una reforma que, en cierta medida, continúa actualmente. El recinto está siendo estudiado para acometer reformas y recuperación que permitan visitar y contemplar más zonas de este hermoso y curioso lugar.

Se trata de un precioso y mágico lugar; 14 hectáreas para soñar con esta isla de paz y belleza; de un rinconcito de Madrid.

Por la entrada principal se accede a "la plaza de Toros" (21 en el plano).

Plaza de Toros, la entrada al parque.
Una vez cruzada la Plaza de Toros, entramos por el parque para llegar a las estatuas de Los Duelistas conocida como las columnas de los enfrentados (23 en el plano).

Los duelistas o los enfrentados.
Los enfrentados o duelistas, sobre una base de rocalla están estas dos esculturas de bustos enfrentados, separados los 40 metros que exigían las normas para hacer duelos.

Siguiendo el recorrido se pasa junto al invernadero (al que no hay acceso) y, recomendable en primavera) se disfruta de la variedad de colores que nos regala la naturaleza del parque.

Contraste "natural" de colorido muy frecuente en todo el parque.
Pasando por el puente sobre el arroyo, se llega a la Plaza de los Emperadores o Exedra (26 en el plano).

Construida durante el siglo XVIII, es un conjunto arquitectónico y escultórico con bancos para descansar.

Tiene, en su parte central, un templete construido con cuatro columnas jónicas, cuyo monumento ha sido modificado en diversas ocasiones.

Plaza de los emperadores.
Templete situado en la plaza de los emperadores.
A continuación se continúa por el parterre francés (22 en el plano), hasta llegar a la fuente de los delfines (27 en el plano).

Parterre.
Fuente de los delfines frente al Palacio.
A través de una verja de hierro y unos miradores debidamente situados a tal efecto, se puede ver el laberinto donde se jugaba a esconderse guiados desde arriba por sus pajes y damas (32 en el plano).

Verjas de hierro y una rosaleda.
El laberinto.
Se llega al Palacio (1 en el plano); uno de los caprichos mas emblemáticos del parque.

El palacio tiene dos torres en las esquinas, y una columnata entre ambas. Hoy en día está restaurado por fuera, pero no por dentro. Destaca la maravillosa escalera. 

En la planta baja se sitúan el zaguán de entrada, el oratorio, cuarto de capellán, sala para criados, sala del turco o de fumar, comedor y cocina a la derecha. 
Palacio.

El comedor está cubierto de bóvedas rebajadas y tiene suelos con mosaicos fingidos, desde ahí por una escalera se sale al jardín de abajo a la derecha.

En el piso principal se distribuyen los cuartos del Duque (despacho, gabinete de países, pieza del reloj) y de la Duquesa ( baño, gabinete redondo-donde estaban los cuadros de escenas campestres, de galanteo o brujería pintados por Goya, sala de compañía y dormitorio), cuartos de invitados.

A la izquierda del Palacio, nos encontramos el bunker de Miaja (38 en el plano), que ya estaba construido en 1937, con alta tecnología de seguridad, abovedado y con pasillos que conducen a pequeñas cámaras a los lados. Tiene una gran extensión y se pueden ver los respiraderos al recorrer el parque.

Vista interior del acceso al Bunker.
Los respiraderos del Bunker pueden verse durante el recorrido del parque.

Se continúa hasta el templo de Baco (2 en el plano).

El templo de Baco.
Baco es el dios del vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis, y un personaje importante de la mitología griega.

Muy próximo se encuentra el lago de los cisnes (3 en el plano).

Lago de los cisnes; por desgracia sin cisnes ... en este lago ...
Continúa el recorrido por los diferentes caminos, de ensueño, que nos ofrece el parque, se llega al abejero (5 en el plano).

Paseo de ensueño.
Abejero.
Precioso edificio con la bóveda central , pintada con casetones y con la escultura de la Venus en el centro, era utilizado para jugar a observar el proceso de fabricación de la miel por las abejas. Estas entraban por las puertas metálicas laterales.

Muy cerca, paseando por uno de los caminos que llegan a la forma superficial llamada Rueda de Saturno (4 en el plano); es sencillamente una rueda hace de cominos sobre el césped en cuyo centro se encuentra un obelisco con una figura de Saturno en su cúspide.

Obelisco con el monumento a Saturno en la cúspide.
Dentro de la rueda -no en el centro- muy cerca de Saturno, podemos ver las ruinas de la casa del artillero (7 en el plano).

Ruina de la casa del artillero.
Junto a la casa del artillero, está el fortin, un pequeño fuerte de forma triangular, con foso de agua a su alrededor, puentes estables pensado para juegos y/o maniobras.

Fortín.
Bordeado por la ría, se llegaa la zona conocida como Jardín de Juegos (9 en el plano); Dado que el capricho era una finca de recreo, no podía faltar una zona para juegos, en la actualidad no es más que un pequeña esplanada, en otros tiempos tenía columpios, el juego de la sortija -un pequeño "tiovivo" (se sabe que Fernando VII jugó con ellos en una visita en 1816).

Jardín de juegos; superficie sobre la que se montaban los juegos en estaciones de primavera y verano.
Paseando por la ría (10 en el plano), y se llega a un conjunto compuesto por el lago (11 en el plano), puente de hierro, (12 en el plano), casa de cañas (14 en el plano), Isla y monumento al III Duque de Osuna (13 en el plano) pabellón de esteras (16 en el plano).

Isla con el monumento al III duque de Osuna y Casa de Cañas, en el maravilloso lago.


El puente de hierro y el embarcadero de juncos, con pinturas en trampantojo realizadas por Tadey en 1792. El estanque con la isla donde está enterrado el III Duque de Osuna, que había fallecido en 1623 en el castillo de la Alameda ( por cierto, material de este castillo se utilizó para el palacete y los muros de cerramiento del parque). Este estanque invita a la paz de un libro, una buena conversación o, sencillamente disfrutar del silencio (sonidos de parque), si es en buena compañía, pues mejor.

... Los cisnes si habitan en este lago.
Puente de hierro, otro mágico rincón del parque.
Dejando a un lado "la montaña rusa" (17 en el plano) que apenas se aprecia, y se llega al Casino de Bailes (18 en el plano).

El Casino de Baile constituye uno de los lugares más significativos del parque. Fue de las últimas construcciones que se levantaron en vida de su propietaria y promotora, la duquesa de Osuna, por entonces ya viuda desde hacía ocho años.

Aunque el Palacio tiene su propio salón de baile, la duquesa decidió la construcción de este precioso edificio, uno de los más bonitos del parque.

Vista del Casino, junto al lago donde se aprecia una escultura de un javalí.
Frente al Casino de Baile, el Jardín de Flores (19 en el plano).
Paseando por esos maravillosos caminos del parque; se llega a la Casa de la Vieja (20 en el plano).

Una preciosa casita de labranza con todo lujo de detalles incluido un pequeño y encantador huerto.

Casa de la vieja; la imagen habla por sí misma de su belleza.
Imagen de la Casa de la Vieja, con su pequeño huerto.
Antes de dar por concluido el paseo, hay que caminar hasta una zona céntrica del parque y visitar la Ermita del cura (36 en el plano).

Ermita del cura.
La ermita  producía en el visitante una sensación de sorpresa, sobre todo por el autómata que se encontraba en su interior, que fue colocado en 1816 en sustitución de los dos ermitaños que anteriormente allí habían vivido. Estos ermitaños fueron fray Arsenio, que vivió en la ermita hasta su muerte en el año 1812 y su amigo Eusebio que le sucedió hasta su sustitución por el muñeco.

Fray Arsenio está enterrado junto a la ermita.

Y salida por la Plaza de Toros.

Vista de la Plaza de Toros -y su precioso adorno floral- desde dentro del parque.

Hasta aquí un itinerario como otro cualquiera por este maravilloso parque madrileño, lleno de lugares mágicos, de rincones mágicos, de construcciones mágicas, de flores mágicas, de caminos mágicos; todo un deleite para disfrutar de la Magia de Madrid.

Mucho más apasionante visitarlo que leerlo.



Muchas gracias por tu visita.


Felipe Ramos.



El Sombrero de Nosferatu.
(ESdN).

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